Meditación activa: una herramienta propuesta para el manejo del estrés

Resumen

La meditación ha sido un tema muy estudiado en los últimos años. La práctica regular de la meditación produce numerosos beneficios, como promover afectos positivos, reducir los afectos negativos, mejorar la inmunidad y retrasar el envejecimiento cerebral. Los aumentos en el grosor cortical en regiones específicas, especialmente en las áreas de la corteza prefrontal, se han asociado con la autorregulación socioemocional y una mejor cognición. Así, esto sugiere que la meditación aumenta la regulación prefrontal en la reactividad al estrés y las emociones aversivas, colaborando con el creciente interés clínico en la meditación como coadyuvante en el tratamiento cognitivo-conductual de la ansiedad, la depresión y los trastornos de personalidad. Adicionalmente, se ha comprobado su aplicación en varios ámbitos de la salud, como dependencias con disminución de los cravings por consumo de sustancias. Se observó que la práctica meditativa se asoció con un mejor desempeño en la función ejecutiva y la toma de decisiones. Existen numerosas técnicas diferentes para alcanzar el estado meditativo. La meditación activa está compuesta por técnicas que combinan movimientos, expresión de sonidos y/o técnicas de respiración, principalmente en las etapas iniciales, facilitando la entrada y mantenimiento del estado meditativo de forma espontánea y natural, sin la inquietud o “bombardeo” de pensamientos, que comúnmente nos vemos afectados en nuestra vida diaria. El objetivo de este trabajo es describir el protocolo de intervención de meditación activa, realizado en el ambulatorio del Programa de Cambio de Hábitos y Estilos de Vida del IPq-HCFMUSP. Este protocolo tiene como objetivo aumentar el bienestar y brindar herramientas para el manejo del estrés y, en consecuencia, aumentar la resiliencia de los pacientes. Se realizan ocho encuentros semanales con grupos de pacientes, cada encuentro con una experiencia teórica seguida de práctica.