Medicina del estilo de vida: impacto de la dieta en la salud mental

Resumen

Introducción: Hay un aumento en la prevalencia de trastornos mentales como depresión y ansiedad y Brasil, según la Organización Mundial de la Salud, ocupa el tercer lugar en esta prevalencia en el mundo. Aunque estas afecciones son una disfunción de la actividad cerebral, se ha demostrado que el estilo de vida, como los patrones dietéticos, pueden contribuir a una afección inflamatoria crónica relacionada con las enfermedades crónicas no transmisibles, incluidos los trastornos mentales. Es necesario investigar si la alimentación impacta la salud mental, ya que conocer esta relación puede contribuir a acciones de prevención de la salud de la población general. Objetivo: Identificar si existe relación entre alimentación y salud mental, a partir de las hipótesis de los trastornos mentales. Metodología: Revisión integradora de la literatura, en el período comprendido entre 2018 y 2023, en las bases de datos: PubMed, Scielo, LILACS y Medline. Los términos utilizados fueron “nutrición”, “estilo de vida”, “salud mental”. Se incluyeron quince artículos. Resultados: Los patrones de alimentación saludable juegan un papel importante a la hora de reducir el riesgo de depresión y controlar sus síntomas. Estos patrones, representados por una dieta predominantemente basada en plantas, se asocian con un riesgo reducido de sufrir trastornos depresivos, de ansiedad y bipolares. Sin embargo, una dieta occidental rica en alimentos proinflamatorios contribuye a una condición inflamatoria que aumenta el riesgo de desarrollar estos trastornos. Los mecanismos de acción de la dieta pueden influir en la salud mental y cerebral, que incluyen la modulación de vías involucradas en la inflamación, el estrés oxidativo, el glutamatérgico, las monoaminas, la microbiota intestinal, el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal, la neurogénesis en el hipocampo adulto y el factor neurotrófico derivado del cerebro. metabolismo triptófano-quinurenina, disfunción mitocondrial, epigenética, obesidad. Conclusión: Se observa que la nutrición puede tener un impacto en la salud mental y, por tanto, ser un factor protector considerable en los programas de atención de salud en las políticas públicas para prevenir y tratar los trastornos mentales.