Mortalidad prematura por ENT: un análisis de Brasil de 2015 a 2022

Resumen

Introducción: Las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ENT) ocuparon 7 lugares entre las 10 principales causas de muerte en el mundo, a saber, enfermedades del sistema circulatorio, enfermedades respiratorias crónicas, cáncer y diabetes mellitus tipo II, enfermedades asociadas al estilo de vida. Teniendo en cuenta el impacto de estas enfermedades, el Ministerio de Salud preparó el Plan de Acción Estratégico para Abordar las ENT entre 2011-2022. Entre las metas establecidas destaca la reducción de la mortalidad prematura por ENT en un 2% anual. Objetivo: Investigar la mortalidad prematura por ENT de 2015 a 2022, en Brasil. Método: Estudio ecológico de análisis temporal de la mortalidad entre 2015 y 2022. La tasa de mortalidad (tM) se calculó a partir de la siguiente ecuación: tM= n muertes X 100.000/población. Resultados: Se identificaron 2.450.264 defunciones, el tM promedio anual fue de 146,34 y el aumento promedio de tM fue de 0,66 por año, ocurriendo de manera irregular en el tiempo: entre 2015 y 2017, la variación tM promedio fue de +0,85%, y entre 2015 y 2019, + 0,68%. El año 2020 destacó por presentar una variación del -1,03% en tM respecto al año anterior. En los años restantes, la tM retomó su tendencia creciente, del 1,96% en 2021 y del 0,99% en 2022. En números absolutos, ninguna Unidad Federativa (UF) mostró una variación promedio de la mortalidad inferior al 2% en todo el período. Hubo tendencia a la disminución de la tasa de mortalidad prematura en 6 de las 27 Unidades Federativas (UF): Pernambuco (-2,70%), Sergipe (-2,15%), Río de Janeiro (-7,02%), Paraná (-1,52 %), Rio Grande do Sul (-1,17%) y Distrito Federal (-11,55%). Conclusión: Se puede observar que, a pesar de la tendencia a reducir las tasas de mortalidad prematura en sólo 6 UF, la meta de reducción del 2% por año en la mortalidad prematura por ENT fue alcanzada por 18 UF en al menos 1 año, pero ninguna logró mantener la reducción de manera constante, en cada año, en el período de 2015 a 2022, destacando la necesidad de desarrollar estrategias que apoyen esta reducción, de acuerdo con las demandas específicas de cada estado.